Cuando nos sentimos atrapados en la angustia por no alcanzar un ideal, puede ser una señal de que ese ideal necesita ser reevaluado.
A veces, los estándares o metas que nos imponemos son inalcanzables, están desactualizados, o no se alinean con nuestras verdaderas necesidades y valores, lo cual puede hacernos sentir grandes niveles de angustia.
Replantear el ideal no significa conformarse, sino buscar algo más realista y auténtico que promueva nuestro bienestar y crecimiento personal, en lugar de generar frustración y dolor.
Recomiendo que de tanto en tanto revises tu ideales y los ajustes a tus necesidades y versiones actuales. Es crucial que tus metas reflejen quién eres hoy y no una imagen rígida
del pasado.
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